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lunes, 24 de marzo de 2014

Medición del Tiempo

Una vez que tenemos registrada toda la información general y la referente al método normalizado de trabajo, la siguiente fase consiste en hacer la medición del tiempo de la operación. A esta tarea se le llama comúnmente cronometraje. Los aparatos empleados para la medida del tiempo son los cronómetros.
Los cronómetros son aparatos movidos regularmente por un mecanismo de relojería que puede ponerse en marcha o pararse a voluntad del operador.

Los cronómetros ordinarios (figura 2.4a) sólo llevan un pulsador para ponerlos en marcha, pararlos y volverlos a cero.

Los cronómetros de vuelta a cero (figura 2.4b) llevan dos pulsadores, uno generalmente combinado con corona, para ponerlos en marcha, pararlos y volverlos a cero, y otro pulsador independiente que al pulsarlo retorna la aguja a cero y soltándolo inmediatamente, vuelve la aguja a comenzar su marcha. Así también puede medirse la duración de las sucesivas fases de una operación con sólo anotar las lecturas finales de cada una, puesto que el principio de la siguiente coincidirá con el fin de la anterior.

Los cronómetros retrapantes o con aguja recuperadora, llevan dos agujas principales (figura 2.4c) una denominada de segundos S y otra recuperadora R y tres pulsadores: uno central C, combinado con la corona de dar cuerda y otros dos laterales A y B. El pulsador central C, sirve para parar y poner en marcha. El pulsador A vuelve a cero las agujas cuando están paradas.

El pulsador B, sirve para detener la aguja retrapante R, y así poder leer cómodamente el tiempo parcial construido. Con una segunda presión del pulsador B, la aguja alcanza a la aguja de segundos S que había seguido marchando y continúa su marcha con ella. Si estuviese parada se iguala con ella y se queda parada. Es decir que las dos agujas llevan exactamente el mismo movimiento mientras no se actúa sobre el pulsador B, que la separa o la junta.

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