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sábado, 14 de septiembre de 2013

Calidad e intensidad de la luz

La buena luz acelara la producción. Es esencial para la salud, seguridad y eficiencia de los trabajadores. Sin ella sufrirá la vista de los trabajadores, aumentarán los accidentes y el desperdicio del material y disminuirá la producción.

Además de la intensidad del alumbrado, hay que tener en cuenta la calidad de la luz, el deslumbramiento por localización de las fuentes luminosas, los contrastes de colores y de brillantez, el parpadeo de las lámparas y las sombras producidas. Algunas formas de obtener un buen alumbrado son las siguientes:


  • Reducir el deslumbramiento instalando el número adecuado de fuentes de luz para la iluminación total requerida.
  • Utilizar lámparas incandescentes con bulbos de material opalescentes, a fin de disminuir el deslumbramiento esparciendo la luz sobre una superficie mayor.
  • Lograr una aproximación satisfactoria a la luz blanca para la mayor parte de los usos empleando focos o lámparas incandescentes o bien unidades fluorescentes de luz blanca individuales.
  • Eliminar toda sombra proporcionando el nivel correcto de iluminación en todos los puntos de la estación de trabajo.
  • Emplear el alumbrado más eficiente que proporcione la calidad y cantidad de luz deseaba en el sitio de trabajo. Por ejemplo, lámparas de tipo florescentes diseñadas para sustituir las de 500 o 60 watts de tipo incandescentes, dan un alumbrado equivalente con un consumo de energía del 75% menor.
  • Efectos de iluminación natural en una organización industrial

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